Viña Carmen continua con su compromiso de disminuir su huella de carbono
La compañía ha implementado una serie de acciones que la han llevado a reducir, en dos años, las emisiones de gases de efecto invernadero en un 4%.
En Santa Rita entendemos la sustentabilidad como la unión entre ser amigables con el medio ambiente, socialmente equitativos y viables económicamente. En este sentido, nos complace compartir los resultados de nuestras mediciones de emisiones de gases de efecto invernadero durante los años 2020, 2021 y 2022, en las cuales logramos reducir nuestra huella de carbono en un 4%, reafirmando nuestro compromiso de minimizar el impacto ambiental y seguir contribuyendo a un futuro más sostenible para todos.
Estos resultados son el producto de nuestro esfuerzo continuo en la implementación de un programa que cuenta con cinco pasos: definición, medición, planificación, gestión y comunicación, los cuales estructuran y orientan nuestro proceso.
A fines del 2020, nos sumamos a la iniciativa “Science Based Targets Initiative”. En una primera instancia, tuvimos que medir la huella de carbono a nivel corporativo, lo que nos permitió obtener un diagnóstico y el valor inicial de nuestra operación. En la segunda etapa, se definió una meta de reducción del 46% para 2030. Para cumplir con este objetivo, se deberán llevar a cabo una serie de proyectos que han sido definidos para reducir la huella de carbono y contribuir a que la temperatura global del planeta no aumente más de 1,5°C.
Actualmente, fomentamos el uso de energías renovables. Por esta razón, el 44% de la energía eléctrica que se utiliza en Santa Rita proviene de estas fuentes. Además, en nuestra planta de Buin, así como en los campos, hemos incorporado y reforzado una cultura de reciclaje. De esta forma, evitamos enviar basura a rellenos sanitarios, donde se generan gases como el metano, el cual tiene un impacto 25 veces mayor al dióxido de carbono.
Una forma de disminuir el impacto que tiene la empresa, es generar cambios en todas las actividades que involucran la elaboración y comercialización del vino, como el uso de insumos, fertilizantes, energía, packaging, transporte a distintos mercados, entre otros. Asimismo, hemos invertido en tecnologías más eficientes e implementado mejores prácticas en las operaciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.