Este suceso de gran relevancia para el sector vitivinícola mundial tiene a Carmen, la primera viña de Chile, como principal protagonista al ser el lugar donde se produjo el hallazgo.
Durante muchos años se creyó que el Carménère, originario de la región de Burdeos en Francia, se había extinguido debido a una plaga llamada Filoxera, que acabó con la totalidad de las vides de esta variedad durante el siglo XIX.
Este no fue el fin del Carménère, ya que inmigrantes franceses trajeron la cepa a Chile para producirla en su nueva tierra. La variedad había sido sembrada en las regiones vitivinícolas del país durante casi siglo y medio. Sin embargo, no sabían exactamente que era Carménère y lo confundieron con Merlot.
Más de 135 años pasaron hasta que, en 1994, el ampelógrafo francés, Jean Michel Boursiquot, caminando por los viñedos de Viña Carmen, en el Valle del Maipo, notó un pequeño detalle en algunas vides de Merlot; un estambre retorcido y luego de algunas pruebas de ADN se reveló que estas parras en realidad eran la variedad desaparecida de Carménère. Más tarde, Viña Carmen fue la primera bodega que comenzó a etiquetar vinos bajo “Grand Vidure”, sinónimo para esta cepa utilizado en Burdeos en el siglo XIX.
El redescubrimiento fue un suceso enológico de gran relevancia en el mundo, estableciendo un gran hito para el sector vitivinícola, razón por la cual desde el 2014, la industria del vino chileno, decidió impulsar la instauración del Día Mundial del Carménère, invitando a todos los amantes del vino a celebrar esta fecha que se transformó en una importante oportunidad de diferenciación y de desarrollo de una variedad olvidada en el mundo.
“El Día del Carménère le da visibilidad a una cepa sumamente importante para Chile y a su particular historia que tiene a Viña Carmen como protagonista. Estos 28 años han sido claves para entender esta cepa a cabalidad, lo que le ha permitido a nuestro país ser reconocido mundialmente por la calidad y carácter de estos vinos”, destacó el enólogo de Carmen, Pablo Prieto.
Las cifras detrás de la cepa
Chile se posiciona como el país con la mayor producción de Carmenere del mundo, con una superficie plantada de 10.837 hectáreas, lo que representa un crecimiento de 14% en 10 años, posicionándose como la quinta variedad más plantada en el país. La mayor concentración territorial dedicada al cultivo de esta cepa se encuentra en los valles centrales de Chile, especialmente en las regiones de O’Higgins, del Maule y Metropolitana.